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En reuniones con equipos de planta, operaciones, I+D o Sistemas, a menudo se hace evidente una barrera invisible pero muy real: la falta de conocimiento práctico sobre cómo se ejecutan los procesos, qué tecnologías existen y cómo pueden convivir —y complementarse— dentro de un entorno industrial.
Hablamos de automatización, identificación automática, sensores IOT, sistemas RFID, portales o arcos RFID, control de muelles… pero también de software industrial: ERP, SGA, MRP, MES, GMAO, automatismos (sorters, shuttle, silos, almacenes verticales, AGV’s. Y entonces llegan las respuestas que descolocan: propuestas simplistas, decisiones sin criterio operativo, o simplemente, falta de conocimiento.
No por falta de voluntad, sino por puro desconocimiento.
No es raro que alguien proponga “poner un lector en la puerta” como si eso, por sí solo, fuera una solución completa. O que se insista en “etiquetarlo todo” sin entender qué dato se necesita capturar, en qué momento y para qué proceso.
La realidad es que cada tecnología tiene su momento. Cada sistema de información tiene unas funcionalidades concretas. Y automatizar no es añadir tecnología sin ton ni son, sino entender el proceso, optimizarlo y aplicar la herramienta más adecuada en el punto exacto donde genera retorno.
Proponer sin conocer conduce a errores, a inversiones absurdas y, sobre todo, a una enorme pérdida de tiempo para quienes sí conocen la operación y el potencial real de estas soluciones.
Hay quien piensa que integrar una soluciones RFID o un automatismo IOT implica añadir complejidad. Pero cuando se hace bien, sucede lo contrario: se eliminan tareas manuales, se reducen errores y se accede a información fiable en tiempo real.
Y lo mejor: estas soluciones no compiten con los sistemas existentes, sino que los complementan. Un ERP no tiene por qué hablar directamente con un lector RFID. Un MES puede coordinarse con un sistema de trazabilidad. Un SGA puede nutrirse de datos de lectura automática. Todo puede coexistir, si se entiende qué aporta cada pieza.
Cuando falta esa comprensión, aparecen propuestas que no tienen en cuenta el flujo operativo, ni las limitaciones reales del entorno y de la propia tecnología, ni el retorno esperado. Se plantean inversiones que no resuelven nada o que complican lo que ya funcionaba.
Y lo peor: se pierde la confianza en las soluciones reales, porque "la tecnología no funciona". No es que no funcione: es que se ha propuesto mal desde el principio.
Una visión operativa más allá de la tecnología H2
En TAGTIO enfocamos los proyectos entendiendo que estos van mucho más allá de la implantación de una tecnología como RFID & IoT. Identificar las repercusiones en los procesos que se ejecutan a lo largo de la cadena de suministro, así como su relación con otros sistemas de información, tecnologías y automatismos, es clave. Integrar todos estos elementos desde el inicio del proyecto asegura su éxito y minimiza su impacto.
Somos expertos en operaciones desde el ámbito de procesos e integración de sistemas, asegurando que la solución RFID & IoT implantada responda a las necesidades reales del proyecto y consiga los objetivos establecidos.
¿Estás evaluando una solución RFID o buscando automatizar procesos críticos?
Hablemos. En TAGTIO te ayudamos a aterrizar tu idea, analizar el impacto real y construir una solución que funcione.