La industria 4.0, también conocida como la cuarta revolución industrial, se basa en la integración de tecnologías digitales avanzadas como la inteligencia artificial, el Internet de las cosas (IoT), la robótica y la automatización en los procesos industriales para mejorar la eficiencia y la productividad. En este contexto, la tecnología de identificación por radiofrecuencia (RFID) tiene un papel muy importante en la Industria 4.0 ya que es un medio de comunicación y recopilación de datos esencial para el éxito de la transformación digital en la fabricación y la logística. Las etiquetas RFID, junto con otros dispositivos IoT como sensores y sistemas de control, pueden ayudar a recopilar y compartir información sobre el estado de las máquinas y los procesos de producción, generando información en tiempo real, fiable y objetiva la cual permite ser explotada por sistemas de los clientes para la toma de decisiones sobre el mantenimiento, la planificación de la producción, la optimización de la eficiencia, acciones de mejora, etc. Por mucha información que dispongas, si esta no es fiable los resultados de su explotación te llevaran a tomar decisiones erróneas impactando negativamente en tu organización.
La tecnología RFID consiste en una etiqueta o transpondedor que se coloca en un objeto y un lector que detecta y decodifica la información almacenada en la etiqueta a través de ondas de radio. A diferencia de otros sistemas de identificación, la tecnología RFID no requiere visión directa entre la etiqueta y el lector rfid industrial, lo que la hace ideal para automatizar la identificación y seguimiento de objetos en entornos industriales evitando procesos manuales.
Existen diferentes tipos de tecnologías RFID, que se diferencian por la frecuencia de operación y el alcance de la señal. Las tecnologías de baja frecuencia (LF) y alta frecuencia (HF) son ideales para la identificación de objetos en distancias cortas. Ambas se comportan bien con la presencia de líquidos, mientras que las tecnologías de ultra alta frecuencia (UHF) y de banda ancha (UWB) se utilizan para la identificación de objetos en distancias más largas.
La combinación de la tecnología RFID con el IoT permite la creación de sistemas inteligentes de seguimiento y control en tiempo real en diferentes sectores industriales. Por ejemplo, en el sector de la logística y el transporte, los sistemas RFID permiten automatizar en tiempo real determinados procesos como la validación de la preparación de pedido o su expedición sin la intervención de procesos manuales, mejorando su eficiencia y la seguridad de la cadena de suministro. En el sector de la fabricación, los sistemas RFID pueden utilizarse para el control de calidad, la gestión de inventarios, la automatización de procesos productivos y el control de activos rfid, por ejemplo, la aplicación de la tecnología rfid en carros incrementa su control y permite automatizar procesos tanto productivos como logísticos.
La implantación de la industria 4.0 varía según los sectores industriales. En sectores como la automoción, la electrónica y la fabricación de maquinaria, la implantación de la industria 4.0 es alta debido a la complejidad de los procesos de producción y la necesidad de mejorar la eficiencia. En otros sectores, como el de la construcción y la agricultura, la implantación de la industria 4.0 aún es incipiente debido a la baja complejidad de los procesos y la falta de infraestructuras.
Las ventajas de utilizar la tecnología RFID respecto a otras tecnologías existentes son numerosas. En comparación con los códigos de barras o la visión artificial, la tecnología RFID permite la lectura de múltiples etiquetas a la vez y no requiere contacto directo entre la etiqueta y el lector.
En definitiva, la industria 4.0 está transformando los procesos industriales a nivel mundial, y la tecnología RFID está desempeñando un papel clave en esta revolución. Su capacidad para identificar y seguir objetos en tiempo real en entornos industriales la convierte en una tecnología ideal para mejorar la eficiencia y la productividad en un amplio rango de sectores, lo que la hace una herramienta imprescindible para las empresas que buscan aumentar su competitividad en un mercado cada vez más globalizado y exigente.