Muchas empresas, una vez alcanzan cierto nivel de éxito financiero, caen en la trampa de la autosatisfacción. Este estado de comodidad impide que se cuestionen, que busquen áreas de mejora y que se mantengan actualizados de las tendencias cambiantes del mercado. El resultado es una pérdida gradual de competitividad y una apertura para que la competencia tome la delantera.
Cuando una empresa se da cuenta de que ha perdido el ritmo, puede ser demasiado tarde. La competencia, que ha estado innovando y mejorando constantemente, puede haber desarrollado ventajas competitivas significativas que hacen que alcanzarlos sea una tarea casi imposible. Esta situación puede conducir rápidamente a la desaparición de la empresa rezagada, incapaz de competir en un mercado que evoluciona rápidamente.
Ahora bien, ¿cómo puede relacionarse este fenómeno con la tecnología de identificación por radiofrecuencia (RFID)? La RFID ofrece un ejemplo claro de cómo la innovación puede convertirse en una ventaja competitiva abrumadora.
Aquellas empresas que adoptan rápidamente la RFID pueden optimizar sus operaciones, ganar una mayor visibilidad sobre sus activos y responder con mayor agilidad a las demandas del mercado. Por otro lado, aquellas que ignoran esta tecnología corren el riesgo de quedarse rezagadas, enfrentándose a costos más altos, ineficiencias operativas y una pérdida de competitividad frente a sus rivales más innovadores.
Actualmente, la tecnología RFID permite automatizar la mayoría de procesos, incluso en escenarios de elevada complejidad, la evolución de las soluciones RFID, con múltiples configuraciones de portales o arcos RFID unido al desarrollo de Tags RFID nos permite concluir que la tecnología ha alcanzado unas prestaciones y costes que justifican su uso masivo, consiguiendo las eficiencias objetivo-establecidas en cada proyecto.
Los beneficios que se obtienen pueden ser cuantitativos y cualitativos.
Beneficios Cuantitativo: Medir beneficios tangibles y cuantificables como aumento de ingresos, reducción de costes y mejora en eficiencia operativa. Para ello se hace necesario comparar datos post-implementación con datos pre-implementación para cuantificar su impacto.
Beneficios Cualitativo: Evaluar beneficios cualitativos pueden no ser fácilmente cuantificables. Esto podría incluir mejora en la experiencia del cliente, satisfacción del empleado o la capacidad de adaptarse a condiciones cambiantes del mercado.
Al combinar evaluaciones cuantitativas y cualitativas, se obtendrá una comprensión integral de los beneficios derivados de la implementación de la tecnología RFID en la empresa.
Los beneficios financieros más relevantes son las siguientes:
Los beneficios operativos más relevantes son las siguientes:
Relacionamos las que tienen mayor relevancia:
Analizar como la optimización de procesos tiene implicaciones a nivel medioambiental reduciéndose la huella de carbono tanto a nivel de los procesos que ejecuta la empresa como de sus clientes/proveedores (reducción viajes entrega/recogida, reducción desperdicio en cliente, perdida de activos por no poder asignar responsabilidades etc).
En resumen, el éxito financiero no debe ser un motivo para la complacencia, sino más bien un incentivo para la mejora continua y la innovación. Las empresas que se quedan atrás en este aspecto corren el riesgo de ser superadas por la competencia y, en última instancia, de desaparecer del mercado. Implantar soluciones RFID, es solo una de las muchas herramientas disponibles para mantenerse en la vanguardia y garantizar la supervivencia a largo plazo en un entorno empresarial cada vez más competitivo y cambiante.